Observabilidad
Una herramienta con la que podrás mejorar la eficiencia y la eficacia de tus sistemas de software, mejorando asimismo la experiencia de usuario.
Consigue ayudar a las empresas a mejorar la eficiencia operativa y reducir los costos asociados con el tiempo de inactividad y los problemas del sistema.
¿Por qué es importante?
La observabilidad es la capacidad de entender y medir el comportamiento de un sistema complejo a través de sus registros y datos de operación, para así, mejorar su rendimiento y estabilidad. En ingeniería informática, se refiere a la capacidad de comprender el estado interno de un sistema en tiempo real y en diferentes niveles de detalle, lo que permite a los equipos de operaciones y desarrollo identificar y solucionar problemas de manera más rápida y eficiente.
Distintos tipos de monitorización
MONITORIZACIÓN DE APLICACIONES
La monitorización de aplicaciones es el proceso de recopilar y analizar información sobre el rendimiento y la disponibilidad de una aplicación en tiempo real. Esta práctica se ha vuelto esencial para las empresas que dependen de las aplicaciones para sus operaciones diarias, ya que les permite garantizar la disponibilidad, la escalabilidad y el rendimiento óptimo de sus aplicaciones.
En la actualidad, existen muchas herramientas de monitorización de aplicaciones que pueden ayudar a los equipos de operaciones y desarrollo.
MONITORIZACIÓN DE INFRAESTRUCTURAS
La monitorización de infraestructuras es el proceso de recopilar y analizar información sobre el rendimiento y la disponibilidad de los componentes de la infraestructura, como los servidores, redes y dispositivos de almacenamiento. Esta práctica se ha vuelto esencial para las empresas que dependen de la tecnología para sus operaciones diarias, ya que les permite garantizar la disponibilidad, la escalabilidad y el rendimiento óptimo de su infraestructura.
La monitorización de infraestructuras también puede ayudar a las empresas a identificar y solucionar problemas de manera más rápida y eficiente, lo que ayuda a reducir los tiempos de inactividad y mejorar la experiencia del usuario.
Para que un sistema sea observable, es necesario que tenga tres elementos clave: registro (logging), rastreo (tracing) y métricas (metrics). Estos tres pilares se complementan entre sí y proporcionan diferentes niveles de detalle sobre el funcionamiento del sistema.
Registro (Logging)
Los registros son los datos que se generan en el sistema durante su operación y se almacenan en un archivo o base de datos. Estos registros incluyen información sobre los eventos y acciones que ocurren en el sistema, lo que permite a los equipos de operaciones y desarrollo entender el comportamiento del sistema en tiempo real.
Rastreo (Tracing)
El rastreo se refiere al seguimiento de la actividad en el sistema a través de diferentes componentes y procesos. Con el rastreo, es posible identificar el flujo de datos en el sistema, desde la entrada hasta la salida, y detectar cuellos de botella y problemas de rendimiento.
Métricas (Metrics)
Las métricas son los datos numéricos que se recopilan en el sistema, como el uso de la CPU, el consumo de memoria y la cantidad de solicitudes por segundo. Estos datos proporcionan una visión general del rendimiento del sistema y permiten a los equipos de operaciones y desarrollo detectar y solucionar problemas de manera proactiva.
Pero todo esto, ¿Qué beneficios tiene?
Detección temprana de problemas
La monitorización de aplicaciones e infraestructuras permite a los equipos de operaciones y desarrollo detectar y solucionar problemas antes de que afecten la experiencia del usuario. Esto ayuda a reducir los tiempos de inactividad y mejorar la satisfacción del usuario.
Mejora del rendimiento
La monitorización proporciona información sobre el rendimiento de una aplicación o componentes de una infraestructura, lo que permite a los equipos de desarrollo identificar y solucionar cuellos de botella y problemas de rendimiento.
Optimización de recursos
Los equipos de operaciones y desarrollo pueden identificar recursos subutilizados y optimizar su uso, lo que ayuda a reducir los costos de infraestructura.